Lima, 10 dic (Prensa Latina) Una nueva encuesta privada verificó hoy una desaprobación masiva a la presidenta peruana, Dina Boluarte, en medio de un persistente clima de protesta evidenciado por nuevos intentos de bloquear una estratégica carretera.
El sondeo de la empresa privada Datum indica que la mandataria tiene una aprobación de solo nueve por ciento de la población, mientras la reprueba 85 por ciento, cifra esta superior a las también negativas de su primer ministro, Alberto Otárola y la suspendida fiscal de la Nación, Patricia Benavides.
Los resultados se publicaron en una jornada de tensión, en la sureña región de Ica, tras nuevos intentos de manifestantes de bloquear la carretera Panamericana Sur, que recorre todo el sur de la costa peruana, hasta la frontera con Chile.
El ministro del Interior, Víctor Torres, viajó a Ica en helicóptero junto al jefe de la Policía Nacional, Jorge Angulo, a inspeccionar la labor de control del punto de la ruta, ubicado a 263 kilómetros de Lima, y donde ayer la Policía desbloqueó por la fuerza el cierre del ducto en la zona de Barrio Chino, foco de la protesta.
Las fuerzas especiales de la Policía enviadas de Lima a impedir los bloqueos que demandan el retiro de la presidenta, prontas y nuevas elecciones y una asamblea constituyente, reportaron varios agentes heridos y tres civiles detenidos, uno de ellos adolescente.
La encuesta de Datum consigna también que la desaprobación de la gobernante es superada por el Congreso, que ha bloqueado su facultad de relevar a Boluarte o acortar su mandato para que haya nuevas elecciones como salida la crisis política y social, y tiene el 88 por ciento de aprobación, frente a siete puntos porcentuales de desaprobación.
Con cifras negativas figura también la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, suspendida por seis meses como presunta jefa de una organización criminal dedicada al tráfico de influencias, cargo que considera cierto 63 por ciento de la población.
Por otra parte, el alcalde conservador de Lima, Rafael López-Aliaga, líder de un partido integrante del bloque de derecha extrema del Congreso y que ha prohibido las marchas por el centro de a ciudad, es desaprobado por 65 por ciento de la ciudadanía limeña y cuenta con el aval de solo 28 por ciento.